miércoles, 5 de septiembre de 2012

La decisión de cuidar.


Sueño:

"Hay un chico negro, del que debo hacerme cargo, Mario no quiere,hay cartas donde autoridades nos dicen que somos los únicos que debemos hacernos cargo de esa criatura, me veo yendo y viniendo,  pensando, hablando sobre esa situación, para ver cómo la resuelvo.Quiero dejarla de lado, no hacerme cargo, Mario se opone, casi no me habla.Lo comento con la señora de la limpieza, ella me dice que lo acepte, que rapidamente se pasara el tiempo y el chico podrá ir a otro lado, que vea donde lo puedo poner , en que lugar de la casa para que no incomode, para mí,invade en cualquier lado, o no hay lugar donde ubicarlo.
Hay una lucha interior terrible, debo decidir si ese ser se queda o no y es una lucha interna personal, porque para Mario es NO y yo dudo. Es muy fuerte y doloroso , creo que es muy chiquito, como un bebé y a mí me da angustia dejarlo solo.Sufro mucho lo que ocurre, estar tironeada por mis ideas y sentimientos y por los de afuera, siento que es una obligación moral cuidar de ese bebé, no hay otro que lo haga, así lo siento.Se da que querría sacarmelo de encima Ya!, y a la vez sé que no puedo y no debo, que debo cargarlo por un trecho, no sé por qué ni para qué llega a nosotros." 


La lucha interior,surge por la gran dificultad de aceptar lo que debo hacer, en este caso cuidar de ese niño, claro representante de una parte muy pequeña y necesitada de cuidado que habita en mí, a la que pareciera prefiero ignorar, negarla,, reforzada esta actitud por la figura de Mario, la cual como energía masculina, incide negativamente al impulsarme al rechazo de lo maternal.
El que sea negro,sugiere que es un aspecto pequeño, ligado a lo mas primario, del cual mas alla de si lo deseo o no, debo hacerme cargo. Lo consulto con la sra de la limpieza,  figura de sombra ligada a lo concreto, al cuidado de la casa, es la que sabe cuidar y desde ese lugar  me anima a tomar al niño y dejarlo conmigo, conectarme con la capacidad de cuidar  para albergarlo en mi mundo interno y que crezca amorosamente.

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